Hace un mes llamó una persona a la Casa Hogar para pedir que se aceptara a una niña de doce años. Se le dijo que no, porque la solicitud tiene que hacerla directamente uno de los padres. La niña llamó tres días después y, llorando, pidió ser aceptada. Una de las Hermanas fue a ver la situación. El cuadro era espantoso. Con ayuda de los padres, la niña estaba siendo prostituida. La niña fue llevada al DIF y, tras una breve investigación, se corroboraron los hechos. Las autoridades iniciaron los trámites para darle a la Casa Hogar la custodia de la niña. Hoy la niña está con nosotros, está muy contenta, feliz y va a la escuela con mucho gusto. Cuando le preguntamos por qué estaba tan feliz, ella respondió: porque ahora puedo dormir tranquila y sé que voy a comer hoy. Comer y dormir…. no es mucho pedir, pero es todo lo que ella le pide a la vida. Ahora tenemos una niña más que requiere gastos de y apoyo de padrinos para abrirle un camino. Gracias por apoyar este maravilloso proyecto. Vicente