“Niñas Trinitarias” parece ser un sinónimo de “Niñas Buenas”, ejemplo de buen comportamiento y de actitudes positivas, pero… es todo lo contrario. Fueron niñas que, al abrir sus brazos de pequeñas, para dar un beso, fueron empujadas; al pedir apoyo encontraron silencio y al solicitar ayuda recibieron soledad. Nuestras niñas son mal vistas por la sociedad, porque son rebeldes, desconfiadas, no obedecen y odian la autoridad. Dos profesores y tres conferencistas que nos ayudaban no regresarán porque dijeron que las niñas eran “mal educadas”; nos recomendaron mayor disciplina y ser más duros con ellas. Sin embargo, yo creo que ellas necesitan ser escuchadas, acompañadas y apoyadas. A estas niñas rechazadas por sus propias familias, 30 padrinos les envían recursos económicos para que continúen sus estudios. Eso es “amar a quien no lo merece”, que es cuando más lo necesitamos, lo que representa uno de los actos más hermosos que pueda imaginar. Gracias por ir contra la corriente. Vicente.