El “Desayuno Virtual”, esa idea surgida de la mente de una persona fuera de lo común, llamada Doña Elvia, y que fue difícil de comprender para todos, empezó a cobrar vida en una línea, se convirtió en un párrafo y terminó siendo uno de los mensajes de amor más difundidos en los 60 años que tiene la Casa Hogar de las Madres Trinitarias. Cientos de personas lo difundieron en sus redes sociales, entre sus contactos, en múltiples muros, en Internet y nuestro mensaje llegó incluso a España. Desde todos los rincones la gente empezó a enviar dinero y a comprar boletos que nunca recibirían, para un desayuno que nunca se serviría. A todo entendimiento normal esto parecía un fraude, pero se convirtió en la más bella respuesta de solidaridad y responsabilidad social para unas niñas que no tienen un camino en la vida. El “Desayuno Virtual”, que tenía fuertes sospechas de fracaso, porque nacía en tiempos del COVID 19, donde la gente se esconde, huye y tiene miedo, resultó sacar lo mejor de nosotros mismos, verdaderamente ciento de personas se unieron bajo la misma frase: “¿Quién dijo que todo está perdido?, yo vengo a ofrecer mi corazón”. Juntamos más de $ 120,00.00, lo suficiente para mantener la Casa Hogar en pie por tres meses y recibir a toda aquella niña que llegue a nuestras puertas pidiendo ayuda. Si no pudiste u olvidaste contribuir, aún puedes hacer hacerlo. Nuestra cuenta es: BBVA Bancomer. Luisa María Clar A.C., No. 00110134775 Suc. 4447, Clave Interbancaria (transferencia): 012910001101347752, o puedes llamar a Angélica, nuestra Coordinadora, al 999 132 5429.
GRACIAS DE TODO CORAZÓN a los cientos de personas que respondieron y nos ayudaron; gracias a todas las personas que contribuyeron al difundir nuestro mensaje, gracias a nombre de las Hermanas Trinitarias, que dedican su vida a construir un horizonte de vida para estas niñas, y gracias a las mismas niñas que le dieron un nuevo sentido a nuestras vidas.